
Rafa Nadal estubo prodigioso ante un Davydenko que no tuvo nada que hacer ante el gran juego desplegado por el de manacor. Con un marcador global de 6-3 6-2, con dos breaks en ambos, certificaba su paso a la cuarta final consecutiva en Montecarlo.
En la otra semifinal Federer vencía en un duelo muy extraño a Djokovic, por 6-3 3-2 y retirada del servio, que fue silbado, ya que su supuesto dolor de estómago sonó a bufada.
Mañana tendrá lugar la final que todas queríamos, en la que Nadal tendrá que demostrar que tiene serias aspiraciones a arrebatarle el número uno a Federer este año.
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