España 4-1 Rusia

Era fundamental para España comenzar la Eurocopa con un triunfo. Se consiguió y la diferencia en el marcador puede hacer parecer que fue fácil y que Rusia hizo de convidado de piedra. El caso es que no fue así. Guus Hiddink era consciente que para hacerle daño al equipo español había que ganarle por la mano en el centro del campo.
Los rusos dominaron durante los primeros minutos, pero en una contra mortal, Villa marcó a placer tras una gran jugada de Fernando Torres. Torres, muy trabajador, presionó a Kolodin, el central ruso dudó y 'El Niño' lo aprovechó y no pecó de egoísta, vio a Villa llegando desde atrás y se la cedió para poner el primer tanto de la selección en el torneo.
Los nuestros bajaron el nivel y esperaron a Rusia. Los hombres de Hiddink se hicieron con el protagonismo del partido casi hasta el final del primer acto, con algún que otro susto, como dos disparos al palo. La defensa española estaba muy nerviosa y sólo Capdevila aguantaba el tipo. Hasta Ramos fue superado en velocidad en varias ocasiones por Zhirkov.
Pero en el minuto 44 de partido, Iniesta sacó la escuadra y el cartabón para trazar un pase genial con destino Villa, aprovechando la salida de los centrales rusos. El asturiano de primeras sumaba su segundo tanto por debajo de las piernas de Akinfeev y dejaba muy tocado al combinado ruso al borde del descanso.
Fernando Torres, que no logró ningún chicharro, se marchó en el minuto 54 por Cesc. Cambio de jugadores y cambio de sistema, Villa solo arriba y Fábregas se sumó como nuevo efectivos en la medular española.
Cazorla, que debutó, comenzó la jugada del tercer gol. Excelente cambio de orientación hacia Ramos que entraba por la derecha y asistía a Villa. El "Guaje" un hat trick importantísimo para una delantera, algo dubitativa en los últimos encuentros de preparación.
Pavlyuchenko anotó de cabeza en el 86 para reducir distancias, muy tarde. Tuvo otro arreón el equipo de Hiddink y pudo caer el 3-2, pero en una contra rapidísima, Cesc anotaba tras un rechace del meta ruso a una volea de Xavi.
El 4-1 final, obra de Cesc en fuera de juego, hizo justicia, sobre todo tras lo que se vio de España en la segunda parte. Mejores sensaciones tras una goleada basada en un estilo propio que se sigue asentando y que es definido por delanteros como Villa y seguro que por Torres en las próximas citas. La defensa sigue siendo el asunto pendiente, pero de momento hay que disfrutar de la victoria
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