F.C. Barcelona 1-0 Shakhtar Donetsk
El Barça de Guardiola conquistó anoche su quinto título en 2009, ni más ni menos que la Supercopa de Europa. El canterano Pedro Rodríguez, que entró en el 79 para suplir a Ibrahimovic, anotó el gol decisivo en el 115 de la prórroga tras pase de Messi, en lo que fue un partido bastante aburrido.
Ambas escuadras salieron con todo, pero sólo el conjunto culé buscó el partido. El Shakhtar trajo muy bien aprendida la lección de casa y se dedicó a organizarse bien atrás y esperar sorprender a su rival a la contra. Sin embargo, tan empeñados estaban los ucranianos en no encajar un tanto que no realizaron ningún disparo en la meta de Valdés durante toda la primera mitad.
El Barça dominó sin problemas el partido, pero sin crear peligro, algo extraño teniendo en cuenta el potencial ofensivo de los de Guardiola que, sin lugar a dudas, echó de menos al gran Andrés Iniesta. La única vez que estuvieron los blaugrana cerca de inaugurar el marcador fue con un disparo de Leo Messi, gracias a su picardía al sacar una falta, que atrapó Pyatov en dos tiempos. Justo antes de terminar la primera parte, el belga Frank de Bleeckere se comió un penalti clarísimo por manos de la defensa ucraniana en una falta botada por Messi. El colegiado arbitró muy mal, perjudicando a los dos equipos.
En el comienzo de la segunda parte nada cambió. El Barcelona continuó siendo el amo y señor del esférico pero sin lograr abrir el muro que había plantado Mir
cea Lucescu en torno a su portería. Así las cosas, el Barcelona hizo un amago de despertar de su letargo a la media hora del segundo acto con una doble ocasión en la que Pyatov se tuvo que emplear a fondo para mantener a cero su meta. Primero, Messi advirtió al portero con un disparo fruto de la gran presión ejercida por Keita y Abidal a la defensa ucraniana y, después, Henry intentó sorprender con un lanzamiento cerca del córner izquierdo que se fue envenenando conforme se fue acercando a la portería.
cea Lucescu en torno a su portería. Así las cosas, el Barcelona hizo un amago de despertar de su letargo a la media hora del segundo acto con una doble ocasión en la que Pyatov se tuvo que emplear a fondo para mantener a cero su meta. Primero, Messi advirtió al portero con un disparo fruto de la gran presión ejercida por Keita y Abidal a la defensa ucraniana y, después, Henry intentó sorprender con un lanzamiento cerca del córner izquierdo que se fue envenenando conforme se fue acercando a la portería.El galo volvió a tener una oportunidad franca en el 86, pero remató mal un córner en el que tenía todo a favor. Así se llegó a la prórroga.
El guión del partido se siguió repitiendo en los 30 minutos extra. El peligro era la fatiga de los jugadores y cualquier error podía ser definitivo para ambos. Así lo entendió el Shakhtar, que estuvo a punto de adelantarse gracias a un disparo de Aghahowa de no ser a la típica parada salvadora de Víctor Valdés en este tipo de encuentros. Respondió Pyatov, que se sacó otra decisiva parada ante una gran internada de Bojan.
En la segunda parte, de Bleeckere no pitó penalti a favor del Shakhtar. Entonces apareció Messi, cuando más se le necesitaba y cuando más se le esperaba. El argentino se inventó una pared con Pedro que el canario con un seco disparo mandó al fondo de la red de Pyatov en el 115.
Así el Barça logró escribir otra brillante página en su palmarés. Los culés sumaron su quinto título en un año de ensueño pese a no jugar demasiado bien, ya sea por la falta de forma, por el mal estado del campo, o por la cobarde táctica planteada por Lucescu. Aunque para los blaugrana eso no quedará en la historia y si la ya eterna gloria de este equipo.
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