Estudiantes de la Plata 1-2 Fútbol Club Barcelona
No es un sueño. Es una realidad. El Fútbol Club Barcelona cerró hoy, 19 de diciembre se 2009, el mejor año ya no sólo de su historia, de la historia del fútbol, con la consecución, con mucho sufrimiento del único título que se les resistía: el Mundial de Clubs.
Por fin quedaron atrás las finales perdidas de 1992 y 2006. Guardiola, muy acertado una vez más, se corona como mejor entrenador de la historia ya sin ninguna duda. Es imposible mejorar lo que el de Santpedor está haciendo.
Pero el partido no fue coser y cantar para el Barça. Más bien, todo lo contrario. La baja de Iniesta suponía un importante hándicap, pero para Guardiola, las excusas merced a las bajas, sea de Iniesta o de quien sea, no tienen cabida.

El Barça volvió a pecar de lentitud, tal y como pasó el miércoles ante el Atalante. A esto se le sumó un penoso árbitro que permitió la dureza de los argentinos, con un fútbol muy pobre, y castigó al Barça, amonestando a Leo Messi por entender que le había engañado tras sufrir una falta de Verón. No desesperó el conjunto culé, que en las botas de Xavi tuvo el primero. Ibrahimovic, con un precioso pase de tacón, dejó solo al de Terrasa delante de Albil, pero pecó de exceso de generosidad, dando un pase hacia nadie, en lugar de tirar a puerta.

El Estudiantes contestó en una contra, pero nadie consiguió rematar un centro que llegó desde la izquierda. En el minuto 33, otra vez Xavi se internó en el área, cuando fue zancadilleado por Albil, circunstancia ante la cual Benito Archundia miró para otro lado dejando seguir el juego. Por lo menos no amonestó a Xavi.
Y cuatro minutos después Boselli incendió las gradas del estadio Z
yed de Abu Dabi. En una contra, otra vez por el costado zurdo del ataque argentino, llego el peligro. Un magnífico centro de Diaz lo aprovechó el delantero en su única ocasión. Valdés no pudo salvar el cabezazo impecable y al ángulo inferior de la portería catalana. Otra vez el Barça tenía que darle la vuelta al partido.

Desde este minuto, el "Pincha" no volvió a jugar y dejó hacer al Barcelona, grave error cuando te enfrentas al mejor equipo del mundo. Y antes de que llegara el descanso, en jugada de estrategia, Ibra a punto estuvo de provocar el delirio en la grada culé, si llega a conectar el remate en una espectacular chilena. Una pena, pero así se llegaba al descanso.
Guardiola tiró la casa por la ventana sacando a Keita y metiendo a Pedro. Messi pasó para el centro del campo y el Barça empezó a hacer méritos para empatar la contienda. Primero la tuvo Ibrahimovic, pero cruzó en exceso el balón. Pedro también la tuvo tras una mala salida de Albil pero no llegó por milímetros. Pasaba el tiempo y el Barça seguía atascado. Mientras, los argentinos perdían tiempo.

También entraron Touré, por un fundido Busquets, y Jeffre, sorprendentemente, y no Bojan, con el que parece no contar Guardiola, por un pésimo Henry. No está fino esta temporada el francés.
Pasaban los minutos y el Estudiantes se sentía campeón. Pero el Barça de Guardiola no es el de Rijkaard. Se crece ante las adversidades, y si hace 7 meses fue Iniesta quien obró el milagro en Stamford Bridge, hoy le tocó a DON Pedro, el chico maravilla, en el 89 con un cabezazo tras asistencia de Gerard Piqué, reconvertido en delantero.
Estallaba el Barça y se entraba en la prórroga. El Estudiantes estaba fundido. Era el momento del Barça. Había que evitar la tanda de penaltis, algo que buscó
descaradamente el equipo argentino. Pero perder tiempo solo sirve para tardar un poquito más en ver como el Barça te fulmina. En el 110, Dani Alves puso un centro magnífico que el número uno del mundo, el Balón de Oro remató con el corazón, con el escudo del Barça, al fondo de las mallas. Se consumaba así una merecida remontada, pero el partido no había acabado. En el 121, la tuvo Desabato pero su cabezazo se perdía por la línea de fondo.

Pitó Archundia. El Barça se coronó campeón del MUNDO, conquistando así el único título que se le resistía, completando una año mágico, un año que nadie del Barça, olvidará jamás, y no es para menos. Guardiola, el artífice de semejante maravilla, se emocionó en el campo. Acabó manteado, tocando el cielo de Abu Dabi. Él, se lo merece. él reconstruyó un equipo en ruínas. Él ha escrito en el libro de la historia del Barça, una página, en letras de oro. Él es, sin duda, EL MEJOR ENTRENADOR DEL MUNDO.

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