Liga- El Valencia cae ante un serio Español

Valencia 1-2 Español

El equipo de Quique volvió a perder en Mestalla por 2ª vez esta semana. Tras le derrota del miércoles ante el Chelsea (1-2), volvieron a fallar y a escucharse los gritos de "Quique vete ya".

El Espanyol continuó con su buena línea y sorprendió al Valencia en Mestalla (1-2), que de nuevo se cabreó. No pudo comenzar mejor el partido para los de Quique, que se adelantaron en el minuto cuatro con un cabezazo de Baraja en un córner. Sin embargo, el Espanyol no se descompuso y tras la lesión de Villa empató con un bello gol de Riera. Los de Valverde tuvieron desde ese momento las mejores ocasiones y maniataron a un Valencia incapaz. A falta de diez minutos, Luis García se plantó mano a mano con Hildebrand y le batió por debajo de las piernas. El Valencia ve rota así su racha de cinco victorias consecutivas y el Espanyol se afianza en zona europea.

A pesar de que no se vio ni mucho menos un buen Valencia, no cabe restar ningún mérito a la victoria del Espanyol, un equipo que ha vencido en diez días en el Sánchez Pizjuán y en Mestalla, algo que harán muy pocos. El de Valverde es un conjunto con muy buenos mimbres, capaz de salir a jugar de tú a tú en cualquier campo, y eso es de valorar en un fútbol donde cada vez predomina más el miedo al equipo rival. Los 'pericos' tuvieron la dificultad añadida de remontar al Valencia, que suele ser letal cuando se adelanta en el marcador.

El partido empezó muy bien para el Valencia. Un cabezazo de Baraja cuando ninguno de los dos equipos había hecho aún méritos le puso el encuentro de cara. Pudo pensarse entonces que el Valencia iba a matar el duelo a la contra, pero en las alas no estaban los veloces Joaquín y Silva, sino Arizmendi y Angulo. Así, los de Quique tuvieron más o menos controlado el choque hasta la lesión de Villa, al cuarto de hora. Silva le suplió. Antes, el 'Guaje' había fallado el 2-0 tras una gran cabalgada.

El Espanyol trenzó poco después una buena jugada que finalizó de forma magnífica Riera. El zurdo demostró el porqué de su internacionalidad. Desde ese momento, el Espanyol fue el dueño real del partido. Daba igual que tuviera la pelota más o menos, estaba claro que se encontraba a gusto y hacía trabajar a Hildebrand, que antes del descanso tuvo que meter una mano prodigiosa. Mientras, Kameni vivía más bien tranquilo.