Fórmula 1- Fernando dominó la carrera de principio a fin y ya está a 11 puntos del líder

Alonso incendia el Mundial

G.P. Singapur


Dos tripletes consecutivos (pole, vuelta rápida y victoria) y hoy por si fuera poco toda la carrera de líder. Y no fue fácil. Bajo la noche calurosa y húmeda de Singapur mantuvo a raya al joven Vettel durante las 61 vueltas que duró el Gran Premio. Con está segunda victoria consecutiva recupera otros 10 puntos a Webber para situarse segundo a 11 del australiano. Adelantó a Hamilton que tras colisionar con Webber abandonó y suma dos roscos en las dos últimas pruebas. Fernando le ha recortado 50 puntos en un abrir y cerrar de ojos. El otro español, Jaime Alguersuari completó una gran carrera tras tener que salir desde el pit-lane.

La carrera fue un constante sufrimiento. Mucha tensión en la parrilla y esto va a ser una constante porque los pilotos que optan a conquistar el cetro mundial ya no pueden cometer más errores. Cuando el semáforo se apagó volvió a ocurrir lo mismo que en Monza. Alonso no salió bien y Vettel intentó superarle pero el asturiano cerró muy bien los espacios. A partir de ahí comenzaban unas eternas 61 vueltas de constante marcaje entre los dos pilotos. Por detrás, Massa que salía último entró en la primera vuelta en boxes confiando su suerte a un más que probable Safety Car. No tardó en aparecer el Mercedes plateado por culpa de l abandono de Liuzzi. Comenzaban las dudas por saber quien de los favoritos pararía. Sólo Webber lo hizo en una estrategia arriesgada que dejaba su fortuna en manos de otro accidente importante. Conscientes de ello, Alonso y Vettel comenzaron a imponer un ritmo infernal para sus rivales y le metieron más de 30 segundos a Webber, lo suficiente para tener la espalda cubierta para cuando entrasen a cambiar neumáticos.

Y cuando llegó el momento de hacer la parada pasó lo que muchos esperaban, lo que se daba por hecho. El Red Bull y el Ferrari lo hicieron de la mano, y con una nueva fulgurante parada Alonso mantuvo sin problemas el liderato. Pero la carrera dio un giro y es que si los neumáticos blandos funcionaron mucho mejor en el coche italiano al Red Bull le dieron alas las gomas duras. Pero para complicar la faena volvió a aparecer el Coche de Seguridad para volver a poner a cero las distancias entre los competidores. Por fortuna Alonso volvio a tirar de picaresca con sus clásicas frenadas y arrancadas una vez el Safety anuncia su marcha. Vettel no le pudo adelantar pero impidió que el asturiano se escapase.

Pero el momento de la carrera para muchos llegó cuando se relanzó con un intento de adelantamiento de Hamilton a Webber. El inglés, aprovechando la aparición de un doblado le ganó la posición al australiano que no tiró la toalla y tocó la parte de atrás del coche inglés provocando la rotura de la suspensión trasera y obligando a Hamilton a retirarse. Consciente de que Alonso le podía recortar 50 puntos arrojó el volante y se quedó destrozado en su copkit. Es raro y destacable que Hamilton no culpó a Webber por el incidente, y también es sorprendente que la FIA no tomase cartas en el asunto.

A partir de ese momento todo se normalizó pero no se tranquilizó. Alonso y Vettel se devolvían vueltas rápidas y clavaban los sectores pero el asturiano no cometió el más mínimo error. Así llegaron al final, pegados y con el coche en llamas de Kovalainen esperándoles en línea de meta. Además, a Fernando, le esperaba un cartel que le definía a la perfección: GRANDE.

Alonso está cada vez más cerca del Mundial. Webber es primero, a 11 puntos está Alonso, a 20 Hamilton, a 21 Vettel y a 25 Button. Para coronar a uno quedan cuatro carreras. La próxima, en Suzuka.

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